La presión intraocular normal suele situarse por debajo de 21 mm de Hg. En determinadas situaciones patológicas esta puede aumentar ya sea de forma aguda o crónica. Este aumento de presión provoca el daño del nervio óptico, lo que supone la pérdida progresiva de la visión periférica. En la mayoría de los casos esta alteración es gradual e indolora por lo que muchos pacientes no la perciben hasta que es permanente e irreversible.
¿A quién afecta?
El glaucoma afecta a más de un 3% de la población y es, junto con la diabetes, la principal causa evitable de ceguera en España. Afecta principalmente a personas mayores de 40 años y a aquellos con antecedentes familiares de glaucoma. También se observa una mayor incidencia de esta enfermedad en aquellos pacientes en tratamiento con corticoides.